Salvando mi Vida

por Magali

Jesucristo
Una estatua de Jesucristo en la plaza del templo en Salt Lake City.

Cuando conocí la iglesia tenía a penas 17 años, por intrusa me inactivé por 20 años, por una bendición de salud volví en el año 2000, con un testimonio inquiebrantable, en ambas ocaciones cuando me uní a la iglesia mi vida cambió drasticamente en 360º, el Señor a sostenido mi vida día a día, vivo por fé literalmente, y he logrado un crecimiento espiritual que no es comprensible para los que me rodean pero hemos sido ejemplo de vida con mis hijos para mis mas cercanos y vecinos, los que no logran comprender como me he mantenido en pié pese a todo lo que pasado, pero Jesus ha sido mi sostén, mi apoyo, mi proveedor, y fiel amigo y revelador, quien me ha enviado mensajes día a día para mantenerme firme, demostrando que siempre esta conmigo, y me ha abierto el conocimiento ante las cosas del mundo venidero, y me da la paz y fuerza para seguir el tiempo que me resta, me a sanado de diversas enfermedades incluso desauciada por los medicos, como el cancer y la hipertensión alterial, no tomo un solo medicamento porque el me ha sanado, incluso me ha sacado de la depresión, y siempre coloca a las personas justas en el momento justo para poder avanzar, espiritualmente y temporalmente, yo testifico que cuando uno conoce la iglesia de Dios, los angeles del mal hacen todos sus esfuerzos para que nos alejemos del bien, pero si perseveramos y luchamos contra el mal, lograremos avanzar de tal modo que jamás volveremos a sentir miedo ni soledad, y su amor incondicional lo poderemos sentir en nuestros corazones y solo amor y luz hayaremos en la vida y las personas que nos rodean brillaran con la luz que nosotros les podemos entregar, y no permitirá nuestro Dios que mal alguno nos vuelva a molestar y logremos vivir en paz, armonia y prosperidad. Dejo mi testimonio de la veracidad de estas cosas, pues los milagros que he recibido en mi vida son incontables, pues Jesus hizo milagros en la antiguedad como los hace hoy y los hará hasta su segunda venida que pronto ha de llegar. Un abrazo fraternal. Magali de Chile

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