Embajador Pakistaní Agradece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por el Auxilio Prestado en las Inundaciones
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Ciudad de Lago Salado – Su excelencia Husain Haqqani, embajador de Pakistán en los Estados Unidos, llegó a la Ciudad de Lago Salado y a la sede de la Iglesia SUD como un hombre con una misión.
Primero agradeció a La Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los últimos Días y a sus miembros por la ayuda humanitaria enviada recientemente a su país y a sus 20 millones de personas afectadas por las inundaciones masivas provocadas por las fuertes lluvias monzónicas de finales de verano.
“Esto es algo que agradecemos, valoramos y apreciamos” dijo Haqqani de las contribuciones financieras y en especie proporcionadas por la Iglesia.
También utilizó la conferencia de prensa ofrecida el martes en la mañana en el Joseph Smith Memorial Building para apelar al público estadounidense a reconocer los “gigantescas y en curso” necesidades humanas de Pakistán y en continuar contribuyendo a una nación asociada en el esfuerzo mundial contra el terrorismo.
“Somos una nación con una mano pelea para poner fin al terror y con la otra tiene que pelear con éste desastre natural” dijo, recordando a los presentes sobre el papel de Pakistán como “un país en primera línea de batalla en la lucha contra el terrorismo y asegurándose que hechos como los del 11 de septiembre no vuelvan a ocurrir .
Para poner el impacto de la inundación en perspectiva, Haqqani usó otros tres ejemplos de desastres naturales notablesel tsunami del océano Índigo en 2004, el terremoto Kashmir en Pakistán en 2005 que resultó en 3 millones de pérdidas humanas y el terremoto de este año en Haití.
“Las pérdidas humanas fueron bajas” dijo de la cifra de las muertes pakistaníes a causa de las inundaciones, “pero el número de personas afectadas es mucho mayor aún”.
De hecho, añadió, más personas se han visto afectadas ahora que en los tres desastres anteriores combinados. Los 20 millones igualan un cuarto de la población de Pakistán, la sexta nación más poblada del mundo, que incluyen 8 millones de niños necesitados de comida, refugio e inmunizaciones, y cerca de otro millón de mujeres gestantes.
En un momento, una quinta parte de todo Pakistán fue sumergida bajo las aguas de la inundación.
“Estamos muy agradecidos de que la Iglesia SUD esté entre los grupos que no han esperado para hacerse presentes en Pakistán” dijo Haqqani, quien se reunión más temprano en la mañana con el presidente de la Iglesia SUD, el presidente Thomas S. Monson y con los miembros de la primera presidencia.
El dijo que expresa su agradecimiento a la Iglesia por sus donaciones hasta la fecha y ofreció algunas sugerencias para apoyo y auxilios futuros, como hospitales temporales. La primera presidencia reconoció las necesidades y se comprometió a considerar que la asistencia siga en curso, añadió.
Lym Samsel, el director de la Respuesta Humanitaria de Emergencias y Servicios a la Comunidad, dijo que inicialmente la iglesia SUD estaba asociada con cuatro de las principales organizaciones de ayuda internacional para ayudar a Pakistán, proveyendo asistencia financiera para tres de ellas para la compra inmediata de material y recursos para su uso en Pakistán.
La iglesia también proveyó un estimado de 400,000 libras de comida, frazadas y otros suplementos, con el Socorro Islámico a cargo de transportar 10 contenedores para distribuir los suministros.
Haqqani reconoció la respuesta inicial del gobierno de los Estados Unidos y el inicio de las contribuciones de corporaciones estadounidenses. Pero se necesitará a lo largo de las tres etapas posteriores al desastre que describió, en primer lugar están el rescate y el socorro, luego la rehabilitación, y por último la reconstrucción.
Él criticó la tendencia de los medios de comunicación estadounidenses a informar sobre el impacto político de la inundación a expensas de la tragedia en si misma. “Esto se trata de 20 millones de víctimas y no de cualquier político de Pakistán o de relaciones políticas entre Pakistán y los Estados Unidos.
Él también dijo que las contribuciones humanitarias de los Estados Unidos en general-y específicamente las donaciones de la Iglesia Mormona y de otras denominaciones-pueden ayudar a los pakistaníes a darse cuenta de que algunas de las más extremas ideologías en el país en su mayoría musulmán, están equivocadas y las diferentes religiones pueden coexistir y cooperar.
“Personas de todas las religiones pueden trabajar unidas” dijo Haqqani, “y necesitan reforzarse mutuamente en tiempo de crisis”.
(Traducido por kjcorps. Leer el artículo en la lengua original.)
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