Pertenezco a la iglesia desde hace muchos años, pero tambien hace algunos años perdi mis derechos, mi duda es: cual es la diferencia entre escuchar mi propia voz interna, mi consciencia hablarme a mi mismo, y escuchar el susurro del Espíritu Santo? Como puedo diferenciar entre una y otra? .. Me pueden ayudar Gracias
One Response to “Pertenezco a la iglesia desde hace muchos años, pero…”
Francisco Rios
2012-09-23 20:45:57
Jesucristo es central para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que lleva su nombre.
Hola amigo. Estoy feliz de que envió su pregunta aquí. Espero que usted este haciendo todo lo posible para recuperarse espiritualmente de los problemas que ha tenido. Estoy seguro de que Dios le ama y desea que usted tenga la paz espiritual. A través del evangelio de Jesucristo, todos podemos ser perdonados de nuestros pecados.
Muchas veces, no es necesario hacer una distinción entre nuestra propia voz interior y la inspiración del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo se comunica con nosotros a través de nuestra conciencia interna. Su pregunta es como preguntar: "¿Cómo puedo distinguir entre lo que está diciendo mi amigo y la voz de mi amigo?" En realidad, la comunicación de su amigo sólo es posible a través de su voz. Si su voz interior le dice que debe hacer algo que es justo, Dios está tratando de inspirarle. Si su voz interior le dice que debe hacer algo egoísta o destructivo, ese mensaje no viene de Dios.
Hay situaciones, sin embargo, cuando es difícil distinguir entre nuestra propia voz interna y la voz del Espíritu Santo. Por ejemplo, tal vez deseemos dirección en nuestra vida, pero no está claro cuál es el camino correcto y cuál es el camino egoísta. O tal vez estemos tratando de hacer un decisión, no entre una opción recta y una opción perversa, sino entre una opción que es buena y una que es mejor.
En estos casos más complejos, debemos seguir el consejo que Dios dio a Oliver Cowdery: "Debes estudiarlo en tu mente; entonces has de preguntarme si está bien; y si así fuere, haré que tu pecho arda dentro de ti; por tanto, sentirás que está bien. Mas si no estuviere bien, no sentirás tal cosa, sino que te sobrevendrá un estupor de pensamiento que te hará olvidar lo que está mal" (D. y C. 9:8-9).
La clave, entonces, no es esperar una respuesta a la vez. Dios no será apresurado. Más bien, debemos estudiar cuidadosamente nuestra pregunta en nuestra mente. Una vez que hemos considerado todas las posibilidades, entonces debemos ir a Dios en oración para tratar de descubrir Su voluntad.
Joseph Smith aclaró como es este "ardor en el pecho". A veces es una sensación similar a una emoción, aunque no necesariamente idéntica al tipo de emociones que sentimos en la vida cotidiana. En otras ocasiones, la comunicación con Dios es como una "aceleración de la inteligencia". Con el tiempo, y con una vida recta y el esfuerzo personal, es más fácil hacer una distinción entre nuestros propios pensamientos y los susurros del Espíritu Santo.
Muchas veces, no es necesario hacer una distinción entre nuestra propia voz interior y la inspiración del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo se comunica con nosotros a través de nuestra conciencia interna. Su pregunta es como preguntar: "¿Cómo puedo distinguir entre lo que está diciendo mi amigo y la voz de mi amigo?" En realidad, la comunicación de su amigo sólo es posible a través de su voz. Si su voz interior le dice que debe hacer algo que es justo, Dios está tratando de inspirarle. Si su voz interior le dice que debe hacer algo egoísta o destructivo, ese mensaje no viene de Dios.
Hay situaciones, sin embargo, cuando es difícil distinguir entre nuestra propia voz interna y la voz del Espíritu Santo. Por ejemplo, tal vez deseemos dirección en nuestra vida, pero no está claro cuál es el camino correcto y cuál es el camino egoísta. O tal vez estemos tratando de hacer un decisión, no entre una opción recta y una opción perversa, sino entre una opción que es buena y una que es mejor.
En estos casos más complejos, debemos seguir el consejo que Dios dio a Oliver Cowdery: "Debes estudiarlo en tu mente; entonces has de preguntarme si está bien; y si así fuere, haré que tu pecho arda dentro de ti; por tanto, sentirás que está bien. Mas si no estuviere bien, no sentirás tal cosa, sino que te sobrevendrá un estupor de pensamiento que te hará olvidar lo que está mal" (D. y C. 9:8-9).
La clave, entonces, no es esperar una respuesta a la vez. Dios no será apresurado. Más bien, debemos estudiar cuidadosamente nuestra pregunta en nuestra mente. Una vez que hemos considerado todas las posibilidades, entonces debemos ir a Dios en oración para tratar de descubrir Su voluntad.
Joseph Smith aclaró como es este "ardor en el pecho". A veces es una sensación similar a una emoción, aunque no necesariamente idéntica al tipo de emociones que sentimos en la vida cotidiana. En otras ocasiones, la comunicación con Dios es como una "aceleración de la inteligencia". Con el tiempo, y con una vida recta y el esfuerzo personal, es más fácil hacer una distinción entre nuestros propios pensamientos y los susurros del Espíritu Santo.
Espero que esta respuesta ayude! Por favor, hágamelo saber si hay algo más que pueda hacer para ayudarle. Un abrazo fraternal.