Me encuentro muy atormentada, soy casada y tengo un hijo con mi esposo llevamos 9 años de matrimonio, nunca hemos estado de acuerdo en seguir una religión, pero el año pasado los elderes comenzarón a darnos platicas sobre el evangelio, hace poco yo tome la desición de bautizarme y me sineto muy bien me encanta la iglesia, pero también me he dado cuenta que hay mejores personas alrededor de nosotros, me he valorado más como mujer y siento que la vida que llevo con él no es la que quiero, eso me ha hecho pensar en dejar definitivamente a mi esposo, necesito tranquilidad en mi vida y definitivamente no es al lado de él. Quiero saber que tan grave es abandonar a la pareja cuando se ha inentado y se ha puesto lo mejor para mantener una familia estable, me siento muy mal a su lado. Soy recién conversa practicamente y esos deseos de abandonarlo me hacen sentir muy culpable y me hace sentir que no tengo buenos centimientos y a causa de eso me he alejado un poco de la iglesia. Me gustaria solo recibir respuesta por correo, no me gustaria que se publicara. Gracias!
3 Responses to “Me Encuentro muy Atormentada, soy Casada y Tengo un Hijo…”
Miguel Castro
2012-05-20 19:44:57
Hola hermana. Estoy feliz de que usted ha elegido unirse a la iglesia y que las enseñanzas de la Iglesia han contribuido a su fortalecimiento como una mujer. Es importante que usted continúe visitando la iglesia todos los domingos para que pueda continuar recibiendo la influencia y fortalecimiento del espíritu de Cristo. Dios tiene muchas bendiciones espirituales que desea dar a cada uno de nosotros si hacemos nuestra parte.
Sólo usted puede decidir quedarse con su marido o no. En casos como el abuso o el adulterio, el divorcio es a menudo apropiado. Sin embargo, en ausencia de estas circunstancias extremas, Dios quiere que el marido y la mujer permanezcan juntos y se refuerzan mutuamente. Su esposo necesita su ayuda. Hágale saber que usted está luchando. Trabajen juntos para hacer que su matrimonio sea mejor. Tal vez la iglesia pueda ayudar; su obispo podría ofrecer un buen consejo.
Anónimo
2012-05-23 17:04:02
Estimada hermana, me da mucha tristeza leer lo que usted dice, la intencion de la iglesia y los misioneros, no es separar familias, es unir familias, no creo que seria justo para mi hacer juicios sin saber cuales son sus razones para despreciar a su esposo, si usted se caso con el hace 9 anos, seria porque el llenaba sus expectativas, es cierto que cuando alguien se bautiza en la iglesia ve las cosas diferentes, y eso es algo que es bueno para mejorar, pero no es bueno para encontrar fallas en la familia. Ahora si usted esta inconforme en como es su esposo, es porque el no tiene el evangelio, que tal si usted se pone una meta de progresar junto a el y a su hijo, ensenarle lo que ud. sabe y la ha hecho cambiar, creo que despues de 9 anos el merece tambien recibir la oportunidad que usted tiene.
Hermana, la iglesia no apoya el divorcio salvo en casos extremos como el abuso o el abandono, pero si las personas quieren llegar a ese extremo es decision de cada uno, pero le pido que trate de salvar su matrimonio y sea una esposa misionera en su hogar, CON AMOR, CON CONFIANZA, SIN PRESIONAR, CON EL EJEMPLO.
Cuando las personas no quieren ir a la iglesia, hay que llevar la iglesia a la casa, como hacer esto, pues, haciendo noches de hogar, leyendo las escrituras como familia, haciendo las oraciones familiares, etc. Que tal si incluye a su esposo en esto, hasta que se prepare para algo mayor.
Hechos 3:19: Asi que arrepentios y convertios para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan tiempos de refrigerio, de la presencia del Señor.
Con carino, una hermana LDS.
Anónimo
2012-05-20 22:49:07
Hola, soy miembro de la iglesia desde que nací, y aunque no conozco bien todas las situaciones por las que atraviesas, yo creo que deberías preguntarte, si tu esposo es un buen hombre, si trabaja para ti y para tu hijo, si se preocupa por ustedes, si te ayuda en la casa, en fin, a lo mejor las cosas que quieres que tu esposo cambie se puedan solucionar platicándolas, y si es algo grave que es muy dificil de cambiar, y que afecta la seguridad y salvación tuya y de tu hijo, pues entonces deberías divorciarte de él, y prepararte para salir adelante con tu hijo, nunca dejes de ir a la iglesia, porque ahí encontrarás ayuda y consuelo, no serás la primera ni la última, recurre a tu obispo y confía en el, lee los mensajes de nuestro Profeta y autoridades generales, ora al Señor y pídele consejo no confíes en tu sabiduría, ya que la decisión que tomes va a influir en tus siguientes generaciones, si tu continúas en la iglesia, tu hijo y los hijos de tus hijos seguirán tu ejemplo y te bendecirán por la decisión que hayas tomado, ya que podrán casarse en el templo y estar unidos por las eternidades, y si decides divorciarte, tendrás la oportunidad de conocer a un miembro fiel y también casarte en el templo. Que el Señor te bendiga para que tomes una decisión correcta.
Sólo usted puede decidir quedarse con su marido o no. En casos como el abuso o el adulterio, el divorcio es a menudo apropiado. Sin embargo, en ausencia de estas circunstancias extremas, Dios quiere que el marido y la mujer permanezcan juntos y se refuerzan mutuamente. Su esposo necesita su ayuda. Hágale saber que usted está luchando. Trabajen juntos para hacer que su matrimonio sea mejor. Tal vez la iglesia pueda ayudar; su obispo podría ofrecer un buen consejo.
Hermana, la iglesia no apoya el divorcio salvo en casos extremos como el abuso o el abandono, pero si las personas quieren llegar a ese extremo es decision de cada uno, pero le pido que trate de salvar su matrimonio y sea una esposa misionera en su hogar, CON AMOR, CON CONFIANZA, SIN PRESIONAR, CON EL EJEMPLO.
Cuando las personas no quieren ir a la iglesia, hay que llevar la iglesia a la casa, como hacer esto, pues, haciendo noches de hogar, leyendo las escrituras como familia, haciendo las oraciones familiares, etc. Que tal si incluye a su esposo en esto, hasta que se prepare para algo mayor.
Hechos 3:19: Asi que arrepentios y convertios para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan tiempos de refrigerio, de la presencia del Señor.
Con carino, una hermana LDS.