Hola, gracias por contestar mis preguntas, he podido aclarecer las dudas. Hoy, sin embargo, me encuentro con una situación de la cual no sé como actuar. Mi pareja Mormón extraña ser misionero, cada día lo noto más triste y diferente. Extraña a las personas con las cual compartió durante sus años de misionero. También piensa que ya nada es lo mismo, y quiere que las cosas vuelvan a ser como antes. Me pone muy triste saber que el no se siente bien, le he dicho que el tuvo su oportunidad y es hermoso lo que hizo y aunque no sea ya un misionero podrá llevar el mensaje de Dios de una forma distinta. ¿qué más puedo hacer? Su felicidad es mi bien y su tristeza mi debilidad. Gracias
3 Responses to “Hola, gracias por contestar mis preguntas, he podido…”
Jorge Rojas
2012-04-28 23:34:03
Hna: muy buena su pregunta y respuesta; cuando pasan estas cosas no es normal; cada uno tiene un tiempo y si su esposo cumplió con el Señor, su tiempo de Misionero ya pasó, con los años ambos tendrán nuevamente de tener otra oportunidad y podrán salir nuevamente a la Misión, pero como matrimonio misioneros y podrán brindar mucho más por la gran experiencia que tendrán, para ello pueden comenzar a tener metas para cuando llegue esa fecha. En su lugar, donde viven tendrán muchísimas oportunidades de servir, como la de acompañar a los Misioneros, dar alimentos, la limpieza de sus ropas, compartir experiencias, dar referencias, realizar noches de hogares como maestros y maestras orientadores y visitantes. Lo más importante es que puedan hablar con su obispo y plantearles esta situación, sé que el Señor guiará a su obispo para que su esposo pueda sentirse de nuevo un misionero y compartir con los miembros e investigadores todas las experiencias obtenidas en el campo misional y serán un gran baluarte de fe y testimonio.
Anónimo
2012-05-03 18:58:39
El programa misional de la Iglesia es una de sus características más reconocidas.
Hola hermanita, no si estoy en lo correcto, pero me da la impresion de que usted no es miembro de la iglesia, si es asi, ahi una de las razones por las que el estrana el campo misional. Me gusto el final de su carta, su felicidad es mi bien.
Aqui hay dos personas que pueden llegar a tener una eterna felicidad, el uno con la ayuda del otro.
Hay muchas maneras de crear un campo misional en la vida de cada uno de nosotros, mi esposo y yo no fuimos misioneros, pero nuestros hijos si, cuando ellos regresaron de la mision mi labor fue, no hacer que se olviden de su mision, sino ayudarlos a que continuen con la mision aqui en casa. No podemos quitarles lo que es de ellos. Aunque mi hijo los primeros dias estaba muy triste. Mi consejo es que seria una buena idea que los dos viajaran al sitio donde el hizo la mision, visiten las familias que el enseno y vayan a las capillas donde el sirvio. Mis hijos regresaron al sitio donde sirvieron, estuvieron ahi unos dias y despues estaban mas tranquilos, cuando fuimos a buscarlos a sus misiones acompanamos a nuestros hijos a un hermoso recorrido por los lugares y conocimos a sus bautismos.
Que tal si usted y el hablan con su Obispo para ver si el tiene una oportunidad para trabajar en la Obra Misional del Barrio, tambien puede ser un maestro Orientador, o podria ensenar en la clase de investigadores y recien bautizados, hay grandes oportunidades misionales en el Barrio. Oren juntos y vayan a la iglesia.
Un abrazo de Oso, con carino, una hermana LDS.
Anónimo
2012-04-30 02:57:27
Como ex misionero la etapa misional se ve siempre como algo maravilloso y especial y de echo es asi como es la misión , pero.. Como me dijo mi presidente de misión cuando tuve mi última entrevista, "la misión no es la vida real. En la misión se tienen los dos pies en el cielo por así decir, pero en la vida real se necesita bajar 1 pie a la tierra y el otro mantenerlo en el cielo". La vida tiene que continuar; luego de la misión se necesita lograr una preparación profesional, buscar a una hija de Nuestro Padre Celestial, tener familia y servir en el Reino de Dios. Todo esto se convierten en maravillosas oportunidades de progresar y ser mejor. Son nuestra nueva Misión.
Aqui hay dos personas que pueden llegar a tener una eterna felicidad, el uno con la ayuda del otro.
Hay muchas maneras de crear un campo misional en la vida de cada uno de nosotros, mi esposo y yo no fuimos misioneros, pero nuestros hijos si, cuando ellos regresaron de la mision mi labor fue, no hacer que se olviden de su mision, sino ayudarlos a que continuen con la mision aqui en casa. No podemos quitarles lo que es de ellos. Aunque mi hijo los primeros dias estaba muy triste. Mi consejo es que seria una buena idea que los dos viajaran al sitio donde el hizo la mision, visiten las familias que el enseno y vayan a las capillas donde el sirvio. Mis hijos regresaron al sitio donde sirvieron, estuvieron ahi unos dias y despues estaban mas tranquilos, cuando fuimos a buscarlos a sus misiones acompanamos a nuestros hijos a un hermoso recorrido por los lugares y conocimos a sus bautismos.
Que tal si usted y el hablan con su Obispo para ver si el tiene una oportunidad para trabajar en la Obra Misional del Barrio, tambien puede ser un maestro Orientador, o podria ensenar en la clase de investigadores y recien bautizados, hay grandes oportunidades misionales en el Barrio. Oren juntos y vayan a la iglesia.
Un abrazo de Oso, con carino, una hermana LDS.