Tengo 61 años, me case a los 24 y desde entonces he vivido una vida llena de maltrato físico y emocional, el maltrato físico termino hace aproximadamente 15 años, pero el maltrato verbal ha persistido constantemente, mi marido nunca agradece lo que hago por él, es muy grosero conmigo, tiene un carácter muy difícil y se irrita por cuanta cosa encuentra, siempre me culpa a mí de todo lo malo, nada de lo que hago le parece bien, me tira la comida, me maldice, me dice que no sirvo para nada, que no valgo. Él no es miembro de la iglesia, nunca ha aceptado el evangelio. A mis hijos él siempre los maltrató física y verbalmente. El caso es que ya no sé qué hacer, ahora vivo sola con él, hoy por ejemplo no me dejó dormir en la recamara refrigerada, estoy en otra recamara con mucho calor porque quiere que me quede a esperar a mi hijo que vino de visita y se fue a una fiesta con sus primos, me culpa a mí de haberlo dejado ir y está muy molesto conmigo, pero es que mi hijo tiene 34 años y tiene su albedrio. Me dijo muchas groserías y cosas feas. Yo no lo puedo dejar porque me necesita, necesita que le cocine, que lo cuide, pero vivo un infierno, deseo que pase las 24 horas en el trabajo y que me deje vivir en paz y tranquilidad sola. Que puedo hacer? Lo dejo? Me voy a vivir con uno de mis hijos? Es eso correcto ante los ojos de Dios? Me siento realmente muy acongojada, Gracias.
6 Responses to “Tengo 61 años, me case a los 24 y desde entonces he vivido …”
Lucas Silva
2011-10-31 03:06:09
Hola hermana. Lo siento de saber que usted está con estas dificultades. Ningún ser humano merece ser maltratado. El abuso físico y emocional es un pecado grave. Usted no tiene la culpa por los pecados que su marido está cometiendo. Dios le ama y es consciente de sus desafíos. Durante este tiempo difícil en su vida, es importante que se mantenga cerca de Dios para que Él pueda consolarle. Asegúrese de orar diariamente, leer las Escrituras, y asistir a las reuniones de la iglesia.
Sólo usted puede decidir si el divorcio es la opción correcta para usted. Es cierto que muchas personas se divorcian por razones frívolas. Dios no está contento con este tipo de divorcios. Sin embargo, en algunos casos como el suyo, el abuso físico y emocional puede hacer que el divorcio sea necesario. El abuso es una afrenta a la dignidad humana; Dios no requiere que ninguna persona se sujeta a los abusos. Si no hay cantidad de asesoramiento profesional, personal y eclesiástico que puede poner fin a este abuso, puede ser necesario la separación. Le animo a orar a Dios y a conversar con su obispo sobre este desafío para recibir mayor orientación.
Oraré por usted, hermana. Que Dios esté con usted durante estos tiempos difíciles.
Anónimo
2011-10-29 12:59:41
Querida hermanita, no solo es triste lo que comenta, sino terrible. Pienso que usted necesita ayuda sicologica urgente, no es normal que sucedan estas cosas, no es el proposito del matrimonio, y ante los ojos de Dios esto es completamente injustificable.
Ud. necesita valorarse, ud. es una amada hija de Dios, El es nuestro Padre y no le gusta que sus hijos sufran maltratos, cada vez que su esposo la maltrata a usted pone una espina mas y un golpe mas en el cuerpo de Cristo.
Con seguridad no le voy a dar un mal consejo DEJE A ESE HOMBRE, pidale a uno de sus hijos que la reciba en la casa por un corto tiempo y despues trate de independizarse con su propio trabajo o con la ayuda de sus hijos, pero viva sola, no escuche los ruegos de su esposo de volver, la iglesia esta en contra de los maltratos entre los esposos.
Hermanita busque su libertad, esa libertad que nos permite expresarnos, sonreir, conversar libremente y exponer nuestros sentimientos sin ser censurados, especialmente gozar de esa libertad que nos permite ADORAR AL DIOS DE LOS CIELOS.
Tome una decision en la que YA JAMAS tendra a su lado a alguien que la insulte o la golpee o que le eche la culpa de todo, esa decision que le va a dar la libertad para levantarse y acostarse a la hora que quiera, comer lo que le guste a usted, salir de su casa e ir donde quiera, especialmente a la iglesia, recibir en su casa a quien quiera y a la hora que quiera.
Ud. tiene el poder en sus manos, solo tome la decision.
Con carino, una hermasna LDS
Jorge Rojas
2011-10-31 02:32:43
Hna. , quisiera hablarle desde el punto de vista práctico y también desde el punto médico, más precisamente de la psiquiatría. Cuando uno nace va desarrollando la psicología evolutiva y en una etapa de la misma se plantean u ocurren hechos que no lo puede superar. Parece ser su caso, necesita vivir del maltrato verbal, físico, social y aún espiritual y eso no está bien, no es el plan de Dios, usted es una de sus hijas, creo que debe poner freno a su esposo, vaya a casa de sus hijos unos días. Él la buscará y allí realice sus planteos. Dígale cómo se siente desde hace años, que no tiene ninguna obligación de regresar con él, ninguna ley la obliga, ni siquiera la de Dios si él persiste en sus agresiones. Pida consejo a sus amigos, familiares, vecinos, a las autoridades y a su Obispo, ningún hombre tiene el derecho de agredir a su esposa. Pida ayuda de sus hijos, usted es víctima de violencia familiar, Él debe reflexionar y pedir perdón y comenzar de nuevo si usted lo permite. Lo escribo bastante enojado porque veo a diario casos similares y termina en lo peor por no hablar. Sea firme, un abrazo y después nos cuenta.
Anónimo
2011-10-31 23:59:21
Querida hermana no se si siento coraje o lastima, al leer su nota pero me hiso llorar por lo que usted esta pasando, recorde y revivi lo que yo pase con la diferencia que no soporte tanto tiempo, porque yo busque ayuda profesional y espiritual, no fue facil para mi tomar la decision de abandonarlo y vivir con el temor que pueda volver y hacerme daño, pero hermanita desde lo mas profundo de mi corazon le digo El Señor nos envio a esta vida a tener nuestros desafios y pruebas pero quiere que seamos personas felices, usted ya sufrio demasiado, en verdad me tiembla el cuerpo al pensar que esta sufriendo lo que yo pase, le dire lo que me dijo una hermana no se si es fuerte pero me dijo con un tono suave y con mucho amor pero me hiso reflexionar "El Señor quiere que vivamos dignamente y con justicia, una cosa es ser noble y tolerante y otra cosa es ser tonta.. Y dejar que trapeen con nosotras y nos humillen, ¡nosotras valemos y mucho" esa frase hermana repicó en mi mente por muchos dias y me miraba en el espejo y me decia a mi misma"¿quien soy yo y que quiere el Señor de mi?" entonces me valore como hija de un gran rey y empeze a sentirme bien pues aprendi que como su hija tenia muchas fuerzas para salir adelante y mucha inteligencia heredada de nuestro Padre para trabajar. Asi fue como yo misma me di animos y sali de todo ese sufrimiento. Hermanita espero le ayude mi experiencia y cualquiera que sea su desicion no deje de orar por su esposo QUE EL SEÑOR LA BENDIGA INFINITAMENTE
Anónimo
2011-10-29 16:45:40
Hermana, por favor no continùe asì ¿A caso Nuestro Padre Celestial estarìa contento con su situaciòn? Recuerde siempre que su vida debe estar dedicada a Dios, trabajar para su obra, vivir de acuerdo a los mandamientos, cada segundo que usted pierde llorando o apenàndose, no se lo dedica a Dios.
Nuestra casa debe ser como el Templo, y debe ser un lugar donde more el Espìritu. Tal vez sea el momento de tomar otro camino, uno de paz y felicidad, muchas hermanas ya lo han hecho, yo me incluyo. Le pido a Dios que la acompañe en su decisiòn, ànimo, y por favor no deje de escribir, cuente conmigo, un abrazo grande. Mercedes.
Angel
2011-10-31 04:18:12
Hermana querida, Dios nos ha enseñado que nuestras pruebas serían hasta donde podamos resistir, usted más que nadie tiene que valorarse como persona, ore y apóyese en su obispo para que pueda tomar la mejor decisión. Si el no valora su compañerismo, entonces tiene que aprender a valerse por si mismo. Pero no siga sufriendo, dado que ya no tiene hijos para tener que soportar tanto maltrato y aún teniéndolos hay siempre solución a nuestros problemas. Es cuestión de decisión.
Sólo usted puede decidir si el divorcio es la opción correcta para usted. Es cierto que muchas personas se divorcian por razones frívolas. Dios no está contento con este tipo de divorcios. Sin embargo, en algunos casos como el suyo, el abuso físico y emocional puede hacer que el divorcio sea necesario. El abuso es una afrenta a la dignidad humana; Dios no requiere que ninguna persona se sujeta a los abusos. Si no hay cantidad de asesoramiento profesional, personal y eclesiástico que puede poner fin a este abuso, puede ser necesario la separación. Le animo a orar a Dios y a conversar con su obispo sobre este desafío para recibir mayor orientación.
Oraré por usted, hermana. Que Dios esté con usted durante estos tiempos difíciles.
Ud. necesita valorarse, ud. es una amada hija de Dios, El es nuestro Padre y no le gusta que sus hijos sufran maltratos, cada vez que su esposo la maltrata a usted pone una espina mas y un golpe mas en el cuerpo de Cristo.
Con seguridad no le voy a dar un mal consejo DEJE A ESE HOMBRE, pidale a uno de sus hijos que la reciba en la casa por un corto tiempo y despues trate de independizarse con su propio trabajo o con la ayuda de sus hijos, pero viva sola, no escuche los ruegos de su esposo de volver, la iglesia esta en contra de los maltratos entre los esposos.
Hermanita busque su libertad, esa libertad que nos permite expresarnos, sonreir, conversar libremente y exponer nuestros sentimientos sin ser censurados, especialmente gozar de esa libertad que nos permite ADORAR AL DIOS DE LOS CIELOS.
Tome una decision en la que YA JAMAS tendra a su lado a alguien que la insulte o la golpee o que le eche la culpa de todo, esa decision que le va a dar la libertad para levantarse y acostarse a la hora que quiera, comer lo que le guste a usted, salir de su casa e ir donde quiera, especialmente a la iglesia, recibir en su casa a quien quiera y a la hora que quiera.
Ud. tiene el poder en sus manos, solo tome la decision.
Con carino, una hermasna LDS
Nuestra casa debe ser como el Templo, y debe ser un lugar donde more el Espìritu. Tal vez sea el momento de tomar otro camino, uno de paz y felicidad, muchas hermanas ya lo han hecho, yo me incluyo. Le pido a Dios que la acompañe en su decisiòn, ànimo, y por favor no deje de escribir, cuente conmigo, un abrazo grande. Mercedes.