Hola, quisiera compartir mi problema para leer sus opiniones.

El veinticinco de enero de este año me bauticé en lña Iglesia y fue la decisión que más gozo y felicidad me ha otorgado en la vida. Me encanta servir a la Iglesia, a mi comunidad y siento un amor y empatía por todas las personas que nunca había sentido antes. Desgraciadamente soy la única miembro en mi familia, cuando me bauticé, mi padres se enojaron muchísimo, lloraron y se sintieron decepcionados, por varias semanas estuvieron enojados conmigo. Pero mi Padre Celestial ha traido muchas bendiciones a mi familia por medio mío, sé que yo soy la piedra angular de esta familia y que mi Padre me puso este enorme desafío porque confía en que soy capaz y no lo defraudaré, sobretodo porque quiero sentir esa dicha cuando logre convertir a mi familia y gracias a mí seamos una familia eterna.

MI problema es que una vez que regresé del FSY como consejera me surgió el gran deseo de servir en una misión, antes nunca había pensado en esto porque no quisiera herir a mi familia pero ahora me he vuelto adicta a ser medio para lograr que las persones acepten a el Señor en sus vidas y cambien. Quiero que todo el mundo sienta esta felicidad que yo siento. Quiero poder ayudar a todos a regresar a la presencia del Padre. Pero como ya dije no quiero alejarme de mi familia, pienso que si me voy a una misión mi familia endurecerá más su corazón y tal vez nunca se bautice. He orado mucho para saber qué hacer. Denme sus opiniones porfa.

Tania de Ciudad Juárez, Chihuahua, México., 1/8/2014